Esta
apasionante novela se sitúa a mediados del siglo XIX, cuando la medicina se
encontraba en los albores de los nuevos descubrimientos que la llevaron al
tremendo desarrollo actual. Pero no sólo es la historia de los penosos avances
de la ciencia, sino de la vida ejemplar de dos jóvenes médicos, un hombre y una
mujer que desarrollaron una lucha tenaz contra la enfermedad.
Él era un estudiante judío que vivía en Viena, de donde tuvo que emigrar por la política represiva de Metternich, y refugiarse en Nueva York. Allí se incorporó como médico interno al importante Hospital Judío de la ciudad. Ella era hija de un próspero editor de Nueva York, la primera mujer aceptada en la Escuela de Medicina de París, que había vuelto a su patria, obstinada y -moderna-, para luchar por la igualdad de los sexos en la profesión.
Desafiando las costumbres de la época, se casan a pesar de las diferencias de religión, y trabajan juntos, atendiendo a los enfermos alojados en humildes viviendas, cerca del hospital. Durante la guerra civil continuaron su intrépida batalla. Su acción los llevó finalmente a Europa, donde se vincularon con Semmelweis, Pasteur y Koch.
Mary y David son fuertes, son amantes, tienen vocación de curar.
Él era un estudiante judío que vivía en Viena, de donde tuvo que emigrar por la política represiva de Metternich, y refugiarse en Nueva York. Allí se incorporó como médico interno al importante Hospital Judío de la ciudad. Ella era hija de un próspero editor de Nueva York, la primera mujer aceptada en la Escuela de Medicina de París, que había vuelto a su patria, obstinada y -moderna-, para luchar por la igualdad de los sexos en la profesión.
Desafiando las costumbres de la época, se casan a pesar de las diferencias de religión, y trabajan juntos, atendiendo a los enfermos alojados en humildes viviendas, cerca del hospital. Durante la guerra civil continuaron su intrépida batalla. Su acción los llevó finalmente a Europa, donde se vincularon con Semmelweis, Pasteur y Koch.
Mary y David son fuertes, son amantes, tienen vocación de curar.
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