Harmony George ha vivido la mitad de su vida bajo el
cuidado de un par de tíos apáticos y mezquinos. Su único refugio, un libro
censurado por la buena sociedad que narra los periplos de una intrépida
viajera, le inspira a buscar su destino en otras fronteras, una vez cumpla la
mayoría de edad y tenga acceso a su modesta herencia. Por desgracia, sus tíos
han ideado un futuro muy distinto para ella concertándole un matrimonio con el
jockey más obsceno y chocante de toda Inglaterra. Cuando se sabe comprometida
con semejante truhan y se entera además de que su tío ha utilizado su herencia
para pagar viejas deudas, su acariciado sueño comienza a desmoronarse.
Horrorizada ante un negro porvenir, Harmony se determina a escapar, en pleno
baile de Navidad, para emular a su heroína, Ida Pfeiffer, quien con tan solo un
puñado de libras emprendió el viaje de su vida.
Devlin Sawyer, el duque de Waldegrave, no consigue
olvidar a Victory, la baronesa Lovelance, quien le ha abandonado para correr
tras su verdadero amor, por ello ha recurrido a la bebida y a una actitud
repelente con el resto del mundo. Mientras se emborracha entre las sombras del
jardín de Felton House, sus ojos distinguen a una muchacha que trepa
denodadamente por la verja, la huraña y poco atractiva sobrina del hombre que
recién le ha estafado. Devlin jamás sospechó que ir tras ella le cambiaría la
vida para siempre.
Alexandra Risley nos trae su historia más romántica
y refrescante, que inicia en la vibrante Inglaterra del último cuarto del siglo
XIX, donde la magia de los nuevos inventos y el frenesí industrial de un
imperio se conjuga con las viejas tradiciones, el esplendor de la Navidad en
Londres, los bailes y castillos señoriales, pero que también padece el rigor de
una sociedad intolerante con la mujer que atreve a soñar.
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