Aunque
Rylann Pierce trató de luchar contra las chispas que sintió por el
multimillonario heredero Kyle Rhodes la noche que se conocieron, su candente
química fue innegable. Pero después de haber salido en su primera cita, Rylann
nunca esperó verlo de nuevo. Así que cuando se encuentra cara a cara con Kyle
en el palacio de justicia nueve años más tarde, se sorprende. Lo más
preocupante para la hermosa asistente del Fiscal Federal es que todavía se
siente locamente atraída por él.
Pero ella pondrá las reglas
Acabando de salir de la cárcel, Kyle Rhodes no está muy emocionado de ser el testigo estrella en un caso criminal de alto perfil, pero cuando Rylann viene a tocar a su puerta, descubre que puede ser la abogada a la que no puede decirle que no. Ella sigue siendo tan hermosa y de lengua afilada como siempre, y establece una ley: no mezclar los negocios con el placer. Pero Kyle no renunciará a algo que desea y lo que desea es la única mujer que nunca ha olvidado.
Pero ella pondrá las reglas
Acabando de salir de la cárcel, Kyle Rhodes no está muy emocionado de ser el testigo estrella en un caso criminal de alto perfil, pero cuando Rylann viene a tocar a su puerta, descubre que puede ser la abogada a la que no puede decirle que no. Ella sigue siendo tan hermosa y de lengua afilada como siempre, y establece una ley: no mezclar los negocios con el placer. Pero Kyle no renunciará a algo que desea y lo que desea es la única mujer que nunca ha olvidado.
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